Autor anónimo

Naciste para esto, recorriste campos minados, de restos de hombres que han muerto a sus sueños y descansan ya, olvidados en algún campo santo, desnudos y al descubiertos sus ideales se pudrirán con ellos, dormirán para siempre.

Me soñaste en noches de larga negrura y a golpes de toda aflicción me distes nombre, un nombre, el cual seria mi maldición o mi bendición; porque seria uno mas, de todos los que han olvidado, los que tu te obligaste a olvidar.

No se cuando fue que vi tu rostro por ultimo amanecer ,y ya casi he olvidado como era la calidez de tus manos aquellas con las que me distes vida y me regalaste este ser imborrable ,eterno.

Como mujer en pleno ocaso de vida, me pariste con dolores de muerte, de poco a poco me dejastes ver tu mundo, me fuiste impregnando algo de ti, tu esencia en mi, lo que no me dejaría olvidarte totalmente, ya aquí hace mucho de mi concepción comprendo que soy tu.

Me moldeaste a ti y comprendí que mi misión seria darte nuevamente vida y no dejar que este tiempo olvidara tu amar por las letras y como me amastes te ame y luche con toda mis fuerzas por saber de ti, por lograr poder encontrarte.

Pero el tiempo, enemigo de todo y todos se encargo de que día con día volaras en alas del olvido y así perderte para siempre, solo esta palabras que te escuche decir el día que me concebiste como lo que soy, poesía pura, de corazón profundo: “serás anónima, huérfana porque no concibo ser autor de tanta belleza ya que el hombre no es capaz de crear perfección.

Serás poesía, sola, triste pero no pasaran lejos de ti, porque todo el que te lea, será tú, y yo seré vivo contigo.