"No se cuando las letras me encontraron , ni cuando se hicieron unas conmigo, pero sobre todo no se cuando fue que deje de ser yo , para convertirme en todos".

miércoles, 21 de octubre de 2009

Diario de una despedida, día 3

Con el temor a espalda,
despierto cada mañana,
la actitud me recuerda,
el porque hay que continuar
y la esperanza enciende, soles en mis ojos.
Transcurro entre sueños
y anhelo despertar bajo una nueva piel,
aunque es imposible olvidar,
días de veranos pasados,
donde la risa acompañaba el vivir llenándolo de sueños.
Entretejiendo con suavidad las horas,
me deslizo entre la verdad y la utopía,
y sé que en algún momento
ya no habrá mas dolor, el sentimiento nacerá sin pedirlo
y volveré otra vez, a creer en mi.
Un pensamiento inunda al ser
y con la lluvia en pestañas,
déjame decirte:

¡Dios te cuide siempre
Y no te preocupes aquí todo estará bien, adiós ¡

1 comentario:

Laura dijo...

Bellas palabras nacidas de una fina sensibilidad.
Ya conozco tu escritura y cada palabra que leo es un presagio de emociones contenidas.
Mis respetos a ti, poeta, y todo mi afecto.

Laura Gimenez