Sin saberlo me dio más de lo que soñé
Mi corazón remonto en alas cada noche,
Y a tragos bebí la dulzura de su boca.
En el orbe dibujaba su cuerpo,
Como si le reconociese,
De vidas pasadas;
No me era extraño al tacto.
Sin vacilación fue hurgando en mi interior,
Y se aferro a mis entrañas para siempre.
Aquella noche te volviste pasado
Y yo desperté de
mi letargo.
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